Fotografía artística para bodas
La fotografía es una expresión artística en donde el ojo del fotógrafo pretende mostrarnos la realidad que puede filtrar mediante su lente. Ahora bien ¿cómo lograr fotografías artísticas para una boda?
Hacer arte en este caso comienza mucho antes de la ejecución, se trata de cómo contar mediante imágenes la historia de cada pareja.
Cada pareja es especial y única. Por eso, la fotografía artística trata de captar el alma de la relación, de capturar la energía y el espíritu que los une a fin de lograr un estilo que está en boga: los foto-reportajes.
Este tipo de fotografía para bodas se basa sobre todo en la confianza que los novios desarrollen con el profesional que han elegido. De este modo, esa cercanía se revela en la forma que el fotógrafo puede contar la historia.
La fotografía artística es como narrar una historia
Así es. Estas composiciones tienen un hilo argumental, un principio y un desenlace. Son el reflejo de algo mucho más dinámico que las imágenes. Generalmente, incluye pre y pos boda y suele englobar a otros miembros de la familia.
Al pasar de los años, ver el resultado suele ser conmovedor para los novios y también para el afortunado fotógrafo que vive cada boda en su papel de “hada madrina” sacando lo mejor del momento.
El peligro de fingir
Ahora bien, es fundamental no caer en la repetición de las poses al nivel de fingir el fotorreportaje de otros. En ese sentido, “el escenario” es muy importante. Uno de los factores que ayuda mucho en la espontaneidad de la sesión de fotos es elegir un lugar en donde la personalidad de los novios pueda exhibirse con total naturalidad, donde surjan juegos inesperados y ocurrencias sinceras.
Escoger un buen fotógrafo
Este es un asunto primordial. El fotógrafo puede representar la diferencia entre plasmar de forma majestuosa los mejores momentos de la boda, o acumular varias fotografías sin vida.
En este contexto es importante elegir, no solo en base a la capacidad, aunque esto es fundamental. Pero luego, entre una gama de profesionales capaces, especializados en el estilo fotográfico que se desea, es importante dar atención a la “chispa” que hay entre la pareja y el profesional de la fotografía.
Claro, no se trata de ser quisquillosos o esperar una conexión cósmica, no. Sino asumir que ese día tan importante, no deberíamos estar con alguien con el que nos sentimos incómodos. Al contrario, ambos novios deberían sentir al menos simpatía por su fotógrafo.
Las fotos con los amigos
Si cada integrante de la pareja se lleva bien con los amigos y familiares del otro, todo será más fácil en el futuro, pero las fotos de la boda de seguro serán increíbles. Y es que las sesiones de fotos con amigos y seres queridos suelen ser de las más divertidas y las más atesoradas por ambos cónyuges.
Para que así suceda, es apropiado hacer partícipes a las personas que amamos y animarlos a disfrutar de esa hermosa historia que pretendemos narrar mediante la fotografía de bodas artística.
¡Juntar el día de la boda con la chispa de los seres amados y la pericia de un buen fotógrafo es la receta para las fotos de boda perfectas!